¡Hola a todos!
Hoy os voy a contar el viaje exprés que hice el pasado verano a MENORCA para daros algunas recomendaciones de sitios y playas a las que visitar.
Yo fui tres días, llegamos a Ciudadela al mediodía con el barco y nos paramos a desayunar/comer antes de irnos a visitar playas.
Nos paramos a picar algo en el centro de Ciudadela, en el Bar Imperi, es un bar emblemático con una decoración peculiar y donde puedes degustar sus clasicos «llongets» de sobrasada, queso mahonés, camaiot,…
Después de desayunar nos dispusimos a ir a la playa de Cala Turqueta, pero teniendo en cuenta que era agosto y estábamos llegando sobre las 14h, ya no nos dejaron ni llegar al parking porque estaba completa así que decidimos ir a Cala Mitjana, dejas el coche en el parking y bajas a la playa caminando, hay unos 10-15 minutos de paseo totalmente acondicionado, se puede ir con chanclas de playa perfectamente.
Cuando llegamos había bastante gente así que muy cerca del agua no estuvimos pero la verdad es que es una playa espectacular cuando vas y no hay mucha gente (las fotos son de otro año que fui y había mucha menos gente y podías dedicarte al placer de la fotografía).
Después de pasar la mediodía durmiendo y tomando el sol con muuuucha protección, qué nunca se os olvide poneros protección siempre pero sobre todo si vais a estar expuesto muchas horas al sol e irla reaplicándola, nos fuimos a registrar al hotel. Elegimos un hotel que se encontraba en un pueblo del interior de la isla, ya que era más barato que los de la costa y dado que no hay distancias y que íbamos a estar visitando diferentes partes de la isla nos era un poco igual. Al final hasta lo agradecimos porque estábamos casi a la misma distancia fueras al norte, sur, este u oeste.
Nos hospedamos en el Hotel Loar en Ferreries. Encontré que fue un hotel muy cómodo y con una decoración bastante moderna, contratamos el desayuno con la estancia, y en el bufete había de todo y podías desayunar muy bien.
Por la noche fuimos a pasear y cenar por Mahón. Íbamos sin ninguna idea de donde cenar y nos dejamos asesorar por los comentarios de la gente en internet junto con donde encontramos sitio, ¡es lo que tiene agosto!
Al final acabamos cenando en un restaurante mejicano llamado Maria Bonita, decidimos probar varios tipos de tacos, así que nos montamos un poco una cena de pinchos a la mejicana. Salimos gratamente sorprendidos, fueron muy amables y cenamos de lujo.
Al día siguiente fuimos a la playa de Cala Pregonda, una recomendación que os haría es que madrugarais porque el parking, enorme, se pone hasta los topes, y el paseo hasta llegar a la playa son de unos 45-60 min, contando desde que empieza el camino, si dejas el coche muy atrás tendrás que añadir el tiempo de recorrer el parking, puedes llegar a caminar unos 10-15 min. hasta que empiezas el camino.
Para mi es una de las playa que más me han gustado de las que visitado en Menorca, además tiene varias calitas antes de llegar a Cala Pregonda por lo que si os cansáis y os queréis para antes podréis disfrutar de las otras playitas.
Por la tarde fuimos a ver la puesta de sol al Far de Cavalleria, sólo os puedo decir que fue impresionante, es algo que no se puede describir con palabras sino que lo tienes que vivir.
Después de la puesta de sol, fuimos a cenar Fornells, en donde comimos por primera vez la tan típica caldereta de langosta, nosotros fuimos con reserva al Restaurante Sa Proa, fue toda una experiencia el degustar la caldereta, yo acabé manchada hasta las orejas, soy un caso.
El tercer día lo dedicamos hacer un poco de turismo dado que cogíamos el barco no muy tarde y que dejamos el hotel por la mañana optamos no llenarnos de arena para hacer el viaje cómodos. Así que fuimos a visitar Binibequer por donde nos perdimos entre sus callejuelas estrechas con sus casa totalmente encaladas blancas, és un pueblo al que ya cuando fui anteriormente me resultó como teletransportarte a Grecia, porque todo es calma, poca gente, casa blancas calles muy estrechitas. Me encantó.
De ahí nos fuimos ha hacer un poco de guiris y fuimos a hacer unas cuantas compras a la tienda de Mascaró, ya que estábamos en la tierra teníamos que ir a verla, y de ahí nos fuimos ya para Ciudadela por donde estuvimos paseando, o mejor dicho, callejeando sin dirección alguna, cosa que me encanta hacer porque te lleva a descubrir sitios que muchas veces no te esperas encontar.
Mientras callejeábamos nos encontramos con El tast de na Sílvia, del que os hablé en uns post anterior, podéis ir a él pinchando aquí.
Y este fue mi viaje exprés del verano pasado a Menorca. Si vuelvo a ir y voy descubriendo cosas nuevas os la iré contando.
¡Nos leemos pronto!
Deja una respuesta